Enfermedad

Es un día enfermo,
de esos de fantasmas y ruidos
que desequilibran el alma.
Sí, es un día poco inteligente,
acaricio tu fantasma y
siento el amargo sabor del recuerdo.

Adiós

— Adiós —
Esa fue su última palabra…
No le dañó la piel,

pero le destrozó el alma.

Muerte

Y moriste conmigo,
Sí, como inevitablemente muere el día
al caer la noche…
La peor noche, de esas de
oscuridad total que absorbe estrellas
y cristaliza luciérnagas.

Ley

Cierro los ojos,
y un mundo disuelto en el olvido
recorre mis pensamientos.
Te amé todo tiempo,
y sé que a veces me amaste.
Ahora somos dos extraños,
sujetos a la ley del olvido…
Jamás te vi, jamás te conocí.

Identidad

Soy lo que nadie busca,
lo que nadie encuentra
eso que ya ni existe.
Y vengo de otro mundo
de uno ajeno a todos,
de esos de soledad y demonios,
donde la única compañía
es su propia sombra.

Estado: alterado

Como un iluso individuo,
perturbado en un mundo que no eligió...
Niega aceptar el dolor que le desgarra el alma.
Se diluye en el infinito de las dudas y
consume verdades.

Condena

Esperar se siente un infierno,
arde el alma, corroe la piel...
Aquí, el tiempo es el más temible
y feroz demonio,disuelve los sueños
y condena al olvido.
Sí, el mismísimo purgatorio infinito,
donde la nada reina.

Libre

Hoy me siento ligero...
Sin ataduras, ni cadenas,
me siento sin ti.
Respiro profundo,
y el sutil sabor de libertad
ronda todo mi ser.
—¿Qué es esto? — el deseo de libertad.

Te amaré

Te amaré mañana y pasado mañana,
la próxima semana,
el siguiente mes,
por lo menos esta vida.

Vendaval nocturno

Fue un viernes de libertad,
de eso en que las luciérnagas brillan sin parar y sin miedo alguno.
El tiempo y espacio, lentamente se iban conjugando, cuando de pronto...
Tras un par de cervezas y unos tequilas,
aquel chico salió disparado atravesando
un pequeño corredor de gente,
a los lejos vio titilar mil luces que le indican la salida.
Ya estando afuera, en pleno mirador situado tras la vieja casa,
con la cabeza alborotada ya que el alcohol pasó la factura
muy rápidamente arrojándolo al prado,
dejándolo fijamente hacia el infinito cielo nocturno
y despojándolo de sus más cuerdas emociones.
— La noche está despejada y con mil agujeros brillantes.
¿Te acuerdas de la cortina de los dioses?
Como no recordarte...Si fue bajo estas mismas estrellas
que alguna vez toque el cielo.
Como no desearte, si bajo este cielo cósmico
se cumplieron todos los sueños que alguna vez tuve.
... Y como no morir, si es,
esta misma ausencia la que me devora el alma.—
Lo que sigue nadie lo recuerda, ni siquiera él.

Respuestas

Gigantes sin alma,
duendes con esencia…
Entre bosques abrumadores se
persigue lo que más grande se ve,
y se omite lo más brillante que
te ha tocado la piel.
Luego una vez que los molinos desaparecen,
la ausencia te responde sin preguntar.
¿Qué buscabas? ¿A dónde ibas?
— Nada y a la Nada.

Sombra

Fue un viernes claro de luna,
de ciudad encendida, aire fresco
y borroso de emociones.
De la nada descubrí la sombra
que me siguió y que nunca noté.
Y aunque no es tarde para el mundo,
es tarde para nosotros.
Viento y buena mar… Labios rosa.

Olvido y Recuerdo

Entre sombras y olvido,
la música del recuerdo suena.
Cuerdas prohibidas vibras y
como balas devoran el corazón,
a fin como dice la canción.
Se regala la vida sin saber porqué razón.

Moloch

… Te vi, me vi.
Y como átomos en plena colisión,
surgió un desbalance energético.
Regalé mi alma a un irresistible sabor,

que más tarde fuegos de Moloch consumió.

Proceso

Regalo mi vida,
un agujero nos absorbe,
holocausto nos envuelve,
suena un réquiem,
cenizas vuelan...
Y así, como el fénix se renace y
todo empieza de nuevo.

Cuántico

Cuando evalúo mi límite,
todas las verdades tienden a ti.
Efectos cuánticos en una realidad
absoluta.

Lejos...

Lejos, tan lejos como sea posible,
pero si preguntan donde fui,
diles que aún sigo acá en la tierra.
Acampando con la soledad.
como un cuadro sin color,
en un camino que conduce al olvido,
lejos de tus órbitas cuánticas que
encierran todas las verdades...

Estrago

En la encima del mundo,
debajo del cielo,
viendo la ciudad despertar,
entre unos labios púrpura y un baño de licor...
Los demonios hicieron estragos.