Las vigas colapsaron; ya no había nada que sostener.
Las bases cedieron; el peso de la ausencia término por hundirla.
La pintura se torno cobre; no estabas para embellecerla.
Las flores se marchitaron; la vida aquí murió.
Los colibríes dejaron de venir; ya no vale ni un solo aleteo.
Las golondrinas olvidaron su paradero; más frío que la estación que se veía venir.
...y pronto el vacío que dejaste terminó por absorber todo
como un implacable agujero negro,
dejando nada... Si, ahora ya nada somos.
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